Santiago Caicedo Buitrago
El clima nos está llevando al extremo. El calor de día o noche no da tregua a los habitantes habituales de Ibagué, ni mucho menos a los turistas. Temperaturas entre 29°C y 31°C, incluso de 35°C, sorprenden a los ibaguereños por estos últimos días, pero no solo en las calles y campos de la ciudad se vive esta alta temperatura, sino en las redes sociales donde cada día más surge la pregunta: ¿Por qué hace tanto calor en Ibagué?
Todo parece apuntar al fenómeno de El Niño como el principal responsable de la subida de temperatura. Aunque parece no ser una sorpresa, sino un evento esperado, dado que, en el mes de mayo, el IDEAM estimó la decaída de las lluvias y el aumento de temperatura, pronosticando la llegada del fenómeno de El Niño para el segundo semestre de 2023; incluso, según información de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) existe un 80% de probabilidad que Colombia enfrente este fenómeno climático hasta final de año.
El fenómeno de El Niño, es una de las causas de mayor variabilidad climática en la franja tropical del océano Pacífico. Este es un fenómeno que se genera, comúnmente, de cada dos a siete años, por el calentamiento de las aguas del océano Pacífico y cambios de la circulación atmosférica tropical (el viento, presión y precipitación).
1 Imagen. Ilustración del fenómeno de El Niño
En el transcurso de un episodio de El Niño, se produce un calentamiento anómalo de la superficie del océano Pacífico tropical, particularmente a lo largo del ecuador y en las zonas costeras de América del Sur y América Central. Estas condiciones oceánicas más cálidas generan sistemas de baja presión que, por lo general, resultan en precipitaciones intensas en la costa este de América.
Según la OMM, los episodios de El Niño empiezan con un calentamiento a gran escala de las aguas de superficie en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, lo cual viene acompañado de fluctuaciones aún mayores de la presión del aire (conocida como Oscilación del Sur). Las oscilaciones del sur se trata de un movimiento de vaivén, de oriente a occidente, de masas de aire, entre el Pacífico y la región Indoaustraliana. Esos cambios de la circulación atmosférica son consecuencia de la variación de las temperaturas de la superficie de los océanos y, a la vez, tienen impacto en la temperatura oceánica de El Niño. Durante este fenómeno se da una presión de aire anormalmente alta, que se sitúa en Indonesia, y una presión del aire anormalmente baja que se asienta sobre el océano pacífico tropical.
Este fenómeno no afecta a todas las regiones y en la misma región, no tiene el mismo efecto sobre cada uno de los territorios; en Colombia, la región Andina y Caribe son unas de las regiones más afectadas.
¿El fenómeno de El Niño tiene relación con el cambio climático?
El cambio climático es una problemática ambiental que tiene su origen como un fenómeno natural, no obstante, las acciones humanas se han convertido en la principal causa de este cambio en los patrones climáticos. En su mayoría, debido a la emisión de gases con alto grado de efecto calentador como el dióxido de carbono y el metano; las emisiones de dióxido de carbono aumentaron de forma exponencial desde la primera revolución industrial. Pues bien, aunque el cambio climático no tiene una relación directa con El Niño, dado que ninguno es causa, ni consecuencia del otro, la combinación de ambos podría traer consecuencias más drásticas para los seres vivos.
Sin embargo, que sean situaciones independientes, no quiere decir que no experimentemos los efectos de estos a la vez, lo cual aumenta las consecuencias para todos los seres vivos. Esta unión ha sido nombrada como “Super El Niño” la cual ha sido experimentada anteriormente en los años de 1982, 1998 y 2015, subiendo de forma alarmante la temperatura global, generando más huracanes y tifones; incluso, puede llegar a afectar ciclos naturales del planeta.
¿Qué se recomienda para afrontar este fenómeno?
Es importante entender que este es un fenómeno natural, por lo cual, las estrategias que se pueden implementar son de adaptación para afrontar esto de la mejor manera; sin embargo, es importante recordar que este fenómeno se puede experimentar con mayor contundencia por el cambio climático que se experimenta actualmente. Por lo tanto, hacerle frente al cambio climático permitiría experimentar un fenómeno de El Niño menos drástico. Algunas de las recomendaciones son:
No botar basura en lugares no adecuados.
Haz una buena gestión del agua en tu hogar y fuera de este.
Fomenta los procesos de restauración de ecosistemas en tu comunidad y fuera de ella.
Evita la quema de basura, pasto y otros residuos.
Consume agua según tu necesidad, pero si vas a salir, recuerda llevar tu recipiente para no aumentar el consumo de agua en recipientes plásticos de un solo uso.
Utiliza elementos para la protección solar.
Diversifica los cultivos y usa coberturas en cultivos para evitar la erosión del suelo.
Movilízate en medios de transporte sostenibles para reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
Procura que la sombra de los árboles te acompañe en tus recorridos.
Recuerda que este fenómeno no solo lo vivimos los humanos. Al igual que nosotros, todos los seres vivos están expuestos a cambios drásticos, poniendo en riesgo su supervivencia. Hoy más que nunca, debemos volver a esas prácticas solidarias con la vida del territorio y ser la voz de aquellos con quienes no podemos comunicarnos.
Fuente: Organización Meteorológica Mundial
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